Días atrás felicité a mi gran amiga Norma Duval por su
reciente enlace con Matthias Kühn, lo que me trajo recuerdos de momentos inolvidables
de una época en la que yo era más conocido por ser el Príncipe de la Noche en
Paris, que por nombre y apellido.
Norma, no sólo triunfó en Paris en el famoso cabaret Folies
Bergère, donde era la primera vedette, sino también como persona. Siempre me
demostró que tenía más humanidad que lentejuelas.
En las noches parisinas de la década de los ochenta, podía
pasar cualquier cosa y más si eras asiduo a la conocida discoteca, “Sept”,
situada en Rue Sainte-Anne, muy cerca del Museo del Louvre. El ambiente en la
pista era de lo más variado, desde lo más granado del ambiente alternativo a la
Vie en Rose de Grace Jones… los diseñadores Pierre Cardin, Jean-Paul Goultier,
un amigo especial que en esa época me hizo muy feliz y con el que compartí
grandes momentos, Sophie Lauren, Elton Jhon y demás.
Otra gran vedette con la que compartí noches parisinas fue
Marlene Moreau otra gran y pechugona amiga. Con ella compartí
simpáticos momentos como los de la foto,
dónde la noche se confundía con el día... Lo digo todo y no digo nada! Tanto
Norma como Marlene comparten además de ser conocidas por su etapa como vedettes,
un gran cariño hacia nuestra isla, Lanzarote. Ambas la visitan siempre que
pueden.
La devoción de Norma, por esta tierra y el artista que la
pulió, César Manrique es tal que su casa en La Moraleja está inspirada en la
arquitectura de César.
Por su parte, Marlene quedó prendada de nuestra isla cuando
le hice un reportaje en el Hotel Melia Salinas de
Costa Teguise. Ella quedó en encantada con las atenciones que recibió en este
hotel y siempre que puede se escapa y lo visita. Espero que vuelva pronto y se pasee
en la "nuit" de la Calle Jose Antonio... aunque el ambiente ya no es
lo que era, penita, pena!
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