miércoles, 8 de mayo de 2013

Yerbabuena elegida como testigo del enlace entre Maria Ángeles Grajal y Jaime Ostos

La Doctora Maria Ángeles Grajal, Jacobo Ostos y Jaime Ostos en el Rte. Rincón de Goya de Madrid.


Hoy ha llegado a mis aposentos una noticia tan jugosa y tan especial que tenía que ponerme a darle a las teclas a la de ya: dos muy buenos amigos míos se pasarán por el altar tras una larga, turbulenta, y no por ello menos bonita, relación. 

Así es, la doctora Maria Ángeles Grajal y el ex-torero Jaime Ostos se darán el sí quiero en una ceremonia, aún sin fecha confirmada, que tendrá lugar en  una pequeña capilla consagrada de la Finca Yerbabuena, propiedad de Ortega Cano, sitio escogido en memoria de su amiga y comadre, la gran Rocío Jurado, madrina de su único hijo, Jacabo Ostos.

A ellos los conocí muchos años atrás y con ella y otras amigas fundamos la Peña Taurina Nacional Femenina “Las Majas de Goya”, cuya presidenta fue Pilar González del Valle, Marquesa de la Vega de Anzo,  la vicepresidenta era María Ángeles Sanz, ex mujer del ex torero Paco Camino, aunque ahora es la actual dirigente, y donde mi amiga María Ángeles Grajal es la secretaria. Yo, por ese entonces, era el encargado del marketing y las relaciones públicas, al igual que el único miembro varón.

María Ángeles Grajal y Rocío Jurado durante la Entrega del Premio AMC  la Mujer y el  Vino donde se sirvieron los vinos de la Bodega Cvne


Ángeles estudió magisterio y, posteriormente,  medicina en la Universidad de Salamanca, especializándose en Neumología. En 2002, recibió el Premio AMC la Mujer y el Vino, en su 2ª edición, que se celebró en el conocido restaurante madrileño El Rincón de Goya, dirigido por mi buen amigo, el empresario Antonio Arranz,  por su libro “Va por ellas” y que le fue entregado  por Rocio Jurado. Tanto ella como su marido han sido muy especiales con un servidor y cada vez que los requería siempre estaban ahí para mí.


25 años de relación que se dice pronto, donde después de casarse por lo civil, se separaron, en 1990, por violencia doméstica aunque al tiempo decidieron darse una nueva oportunidad y ratificaron su amor y ella desmintió sus declaraciones y así, entre bajadas y subidas, por fin culminarán su relación pasando por el altar, ante los ojos de Dios.

Solo me queda por decir ¡qué vivan los novios!

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