Estamos en fechas de reivindicación del colectivo gay. Las calles de diferentes ciudades del mundo se tiñen de colorido ante una de las formas de reivindicación más divertidas y coloristas.
Independientemente de ideologías,
filias y fobias, hoy lo que vamos a tratar aquí es del colectivo gay
desde un punto de vista económico y, es que realmente, como decía
la película, el dinero tiene un color, y este es el del arco iris.
En esta semana que comienzan los actos
del “Día del Orgullo Gay” en Madrid, van a desfilar, y nunca
mejor dicho, por la capital más de un millón de personas, que
gastarán más de 100 millones de euros, en su inmensa mayoría en
hoteles, restaurantes y establecimientos de ocio.
Y esto sólo es la punta de un gran
iceberg. Se calcula que el colectivo gay en España está formado por
alrededor de tres millones de personas, con una capacidad de compra
de unos 60.000 millones de euros anuales, pese a lo cual, en España
son muy pocas las compañías que ofrecen una oferta específica para
este sector de la población.
Las características fundamentales de
este target son que sus ingresos son parecidos a los del resto de la
población, pero sus menores cargas familiares, son pocas las parejas
que tienen hijos, les convierten en un grupo que tiene más capacidad
de gasto, capacidad que usan para satisfacer sus caprichos ya que es
un colectivo que se entrega más al hedonismo. Por poner un ejemplo,
los turistas gays en España gastan una media de unos 150 euros
diarios, 35 más que el resto de turistas.
Estamos hablando de una gran
oportunidad para aquellas empresas que sepan “entender” a este
colectivo, realizando una oferta adaptada a sus gustos y sabiendo
comunicarlo de una manera visible y notoria. Es el momento de que las
empresas españolas “salgan del armario” o “entren en él”
para llevarse su trozo de este suculento pastel.
Texto David Martín
Spain.
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